Cosas que seguro no sabías sobre los recién nacidos

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Aunque te parezca increíble, ¿sabías que tu hijo comparte su fecha de nacimiento, es decir, su cumpleaños con otros 9 millones de personas en el planeta? Esta es una de las curiosidades más llamativas de los bebés, que no te puedes perder. ¡Te vas a sorprender!

Los bebés suelen llorar sin lágrimas, durante sus primeros días de vida y hasta las seis semanas después de su nacimiento, porque aún tienen cerrados sus conductos lagrimales.

Y fíjate si son listos, que el bebé humano es el único ser vivo que sonríe intencionadamente a sus padres, eso sí una vez se ha adaptado al mundo exterior porque, aunque durante una ecografía se ha podido captar la imagen del bebé sonriendo, luego no lo vuelven a hacer hasta aproximadamente un mes después de nacer.

Se diría que el parto les pone de mal humor y lo único que les tranquiliza es la voz materna. La mayoría de los bebés reconocen la voz de su madre apenas nacen, porque han estado escuchándola durante los nueve meses de embarazo, pero tardan unos 14 días en reconocer la voz del padre.

Seguramente, también te habrás dado cuenta de que la cabeza de los bebés es proporcionalmente más grande que el resto de su cuerpo, y es que la cabeza de un recién nacido representa un cuarto de su peso total. Puede perder una parte importante del cabello debido al roce con las sábanas, que después le volverá a crecer y si su cráneo presenta alguna deformación, después de haber atravesado el canal del parto, posiblemente se normalizará en unos pocos días.

El cerebro de un recién nacido supone el 10 por ciento del total del peso de su cuerpo, mientras que en los adultos supone el 2 por ciento. Hasta los seis o siete meses, su organismo no pierde su sistema de adaptación al medio acuático y nacen con la habilidad de nadar conteniendo la respiración, una capacidad que utilizan también para alimentarse del pecho materno, pues pueden respirar y tragar a la vez.

No te extrañes si tu bebé nace con los ojos azules, a pesar de que no haya nadie en la familia que los tenga así. Esto es debido a la falta de pigmentación, que más tarde se desarrollará después del nacimiento. Y no intentes ponerle de pie, pues aunque no se le note, sus piernas están incompletas.

Sus rodillas no tienen rótulas porque éstas se desarrollan entre los seis meses y el año de vida. Otra curiosidad de lo más higiénica es que a los bebés no les huele el aliento porque no tienen dientes, que donde se depositan las bacterias responsables de la halitosis y, que no sudan, porque sus glándulas sudoríparas no están del todo maduras.

Si vas a tener un bebé o lo has tenido ya, disfrútalo y aprovecha todo el tiempo que puedas para sentirlo como tal porque crecen muy deprisa. Para que te hagas una idea, en los nueve meses que transcurren entre la concepción y el nacimiento, el peso del bebé se duplica 3.000 millones de veces. Y, cuando nacen, los bebés duplican su peso al nacer a los seis meses y lo triplican al final del primer año.